Si acaba de sufrir una lesión en el trabajo, el momento de contratar a un abogado es ahora, no espere.

Si ha sido lesionado en el trabajo, el tiempo lo es todo cuando se trata de proteger sus derechos y construir un caso sólido. El mejor momento para contratar a un abogado es de inmediato, no espere, ni siquiera por un día. He aquí por qué: tan pronto como su empleador se entere de la lesión, es probable que lo envíen a una clínica industrial. Estas clínicas están diseñadas para priorizar los intereses de tu empleador, no los tuyos. Su objetivo principal es a menudo minimizar su reclamo recetando medicamentos, imponiendo restricciones de trabajo ligero y enviándolo de regreso al trabajo que causó su lesión, en lugar de asegurar su recuperación o abordar las consecuencias a largo plazo de su lesión.

Desde el momento en que se lesiona, cada acción, o inacción, puede afectar su caso. La evidencia comienza a formarse tan pronto como entra en esa clínica, y sin un defensor, puede funcionar en su contra. Un abogado con experiencia puede intervenir temprano, designando a un médico que se enfocará en sus necesidades y proporcionará informes que son cruciales para probar la gravedad de su lesión. Estas evaluaciones médicas detalladas son vitales más adelante en el caso cuando otros médicos y expertos revisen la evidencia inicial. Sin estos informes, la narrativa puede cambiar fácilmente en su contra, afectando su capacidad para recibir la compensación y la atención que merece.

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